domingo, 28 de agosto de 2011

Vigencia del concepto de Reconquista en vida del Cid

Se quedaron en el tintero un par de notas (además del mencionado diploma de 1098 de la Catedral de Valencia) sobre la efectiva vigencia del concepto de Reconquista que tanto cristianos como musulmanes manejaban en la segunda mitad del siglo XI, cuando vivía Rodrigo Díaz el Campeador.

El primer apunte se documenta en la Dayira (Aḏḏaḫīrah fī maḥasin ahl alǧazīrah) de Ibn Bassam, historiador andalusí, de querencias almorávides, de la primera mitad del siglo XII. Cuenta cómo un testigo presencial oyó en Valencia decir al Cid de su propia boca la frase:
Un Rodrigo conquistó la península y otro Rodrigo la salvará
Con ella el Cid aludía a la consciencia de la pérdida de la península ibérica, la Hispania de romanos y visigodos, según la leyenda de origen monárquico asturiano del último rey godo Rodrigo, y también de su recuperación (salvación, en términos aún más mesiánicos), operación que se estaba llevando a cabo y que, según esta noticia, el propio Campeador se erigía en el posible reconquistador de la totalidad de la España medieval, restaurando el dominio cristiano.

La segunda información proviene de las memorias de Abd Allah ibn Bullugin, último rey de la dinastía zirí de la Taifa de Granada. En sus Memorias, escritas a fines de 1094 o 1095, justo después de que el Cid conquistara Valencia, leemos que Sisnando Davídiz, conde mozárabe, le advertía al rey de Granada "de viva voz" cómo:
Al-Ándalus era en un principio de los cristianos, hasta que los árabes los vencieron y les arrinconaron en Galicia [...] Por eso, ahora que pueden, desean recobrar lo que les fue arrebatado, cosa que no lograrán sino debilitándoos [a los andalusíes] y con el transcurso del tiempo, pues, cuando no tengáis dinero ni soldados nos apoderaremos del país [andalusí] sin ningún esfuerzo.
Clarividencia la del potentado mozárabe, que veía las causas económicas e ideológicas de la reconquista cristiana, y plena asunción de este concepto por parte de Ibn Bullugin en sus memorias tras la toma de Valencia por el Cid, y todo ello pese a que sería reconquistada por los almorávides en 1102 y no sería hasta el siglo XIII cuando esta ciudad, y la mayor parte de la península, será conquistada por los seguidores de la cruz, sobreviviendo, eso sí, paradójicamente, el Reino de Granada en manos de otra dinastía autóctona islámica doscientos años más tras el colapso de los estados musulmanes peninsulares que ya previó el magnate mozárabe y transmitió, asumiendo el concepto, el rey y escritor granadino musulmán.

3 comentarios:

  1. Atrevido afirmar que la recuperación de la Península por parte de los cristianos había sido vaticinada por un conde en tiempos de Vivar. En mi opinión, fue tal vez, una reflexión acertada y casual ante la evidente capacidad de los seguidores de la Cruz.

    Gracias a tu blog he descubierto el Cid histórico. Un Señor feudal cuya actitud facilitó el sincretismo entre las sociedades cristiana e islámica en tierras levantinas. Un personaje medieval capaz de aplicar el derecho cristiano, herencia visigoda, a la vez que respetaba la legalidad coránica.

    Quizá una capacidad de integración a imitar, salvando las distancias temporales, claro está, por muchos gobernantes contemporáneos.

    Un cordial saludo, Escarlati.

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  2. Bueno, más que atrevido, es lo que realmente dijo: "con el transcurso del tiempo [...] cuando no tengáis dinero ni soldados nos apoderaremos del país [andalusí] sin ningún esfuerzo." Y como nos lo transmite un rey musulmán que conoció de primera mano lo que pasó a fines del siglo XI, y no puede decirse que sea parte interesada, es un testimonio de lo más interesante. Que probablemente (junto con los otros dos: el de Ibn Bassam, y el del diploma de la catedral de Valencia de 1098) sirvan para rechazar esa idea políticamente correcta, pero falsa históricamente, de que no existió el concepto de Reconquista.

    Muchas gracias, Mayte, por leer mi blog, y me alegro de que te haya servido y lo hayas disfrutado. Otro cordial saludo para tí.

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  3. Yo coincido con Mayte que “preveer” no es la palabra adecuada porque aceptarla nos llevaría a una especie de determinismo histórico.Yo lo veo más bien como que expresa un desideratum basado en el hecho cierto de que el Califato era solo un recuerdo. Los exitosos poblamientos del valle del Duero daban una base muy solida a los reinos cristianos y la reciente caída de Toledo, nudo de comunicaciones de las vias romanas, sin lucha, configuraban un panorama de marea cristiana. Sobre ese fondo, la caída de Valencia era como una confimación del final próximo de la dominación musulmana.

    Lo que si que demuestra la cita es que había conciencia de que la Península había sido conquistada por los musulmanes y que los reinos cristianos se subrogaban voluntariamente en el derecho de los visigodos para tener una justificación moral. En este contexto, la discusión de palurdo wikipédico (“no se puede hablar de reconquista porque los reinos cristianos no eran visigodos y en realidad los musulmanes era habitantes autóctonos conversos”) cae por su peso ya que si la percepción contemporánea era esa, no hay más que hablar. Hay que recordar que es el propio Islam de esa época el que pone siempre enfasis en sus virtudes guerreras por lo que el recuerdo de la conquista debía estar muy vivo como motivo de orgullo que era.

    Lo que discute la historiografía moderna a la tradicional no es que hubiera reconquista, sino que esta fuera un solo impulso sostenido durante 800 años. La idea de reconquista era una de la fuentes de conflicto y una de las justificaciones que utilizaban los reinos cristianos pero como en tu ejemplar biografía del Cid muestras, el impulso principal para la guerra era el enriquecimiento mediante saqueo, de forma parecida a como los nómadas han hostigado a las ciudades desde tiempo inmemorial.

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